SOLO LOS VALIENTES ASUMEN TU PIEDAD, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, ¿asumimos la fe con valentía, frente a los incredulos?
• ¿Quisiste hacernos un  recordatorio de lo que implica ser valientes, cuando recriminaste a tus discípulos su incredulidad?
• Oh Rey de la gloria, un sinnúmero de seres humanos pueden pensar, que lo que testificamos en tu santo nombre son bulos;
• pero ante su ignorancia, predicaremos con valentía el Evangelio de la verdad.
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• Oh Santo de Israel, 
• tu inescrutable piedad, vive en la inaccesible luz sobrenatural.
• Tú eres el autor y consumador de la fe.
• Y lo que percibimos de tu grandiosa piedad es algo nimio en relación con la obra redentora, que en la cruz del Calvario consumaste por toda la humanidad.
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• Oh Hijo del Hombre, Tú dijiste: Si alguno quiere venir en  pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 
• Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 
• Oh Alto y Sublime, 
• tu excelsa gloria, sin  santidad nadie la verá. 
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• tu piedad se fundamenta en que te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz.
• Y será en el día postrero,
• Oh Señor, cuando pesarás el espiritual resplandor del  piadoso corazón, en toda su plenitud.
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• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, 
• sin tu santísima piedad, no tendría vida eterna nuestra alma.
• Y es tu Santo Espíritu, 
• el que ha concernido de extrema valentía al que de verdad ama.
•                  Paz de Cristo