- Oh mi Cristo,
- en tu admirable luz, nuestro propósito ha de ser inconmovible.
- Nada nos puede apartar de la verdad del Santo Espíritu;
- para seguir, oh Señor, tu huella sagrada e inmarcesible.
- Oh Sumo Alfarero,
- el vaso que moldeaste en tu sobrenatural rueda, en un precioso tiempo lo perfeccionarás.
- Y con la celestial bendición del día postrero,
- su alma arrebatarás.
- Oh Rey de reyes,
- asidos a tu excelsa diestra, las asechanzas del maligno se frustrarán irremisiblemente.
- Y con tus gloriosas señales,
- seremos concernidos santamente.
- Oh gran Dios,
- todas y cada una de las vicisitudes que nos han acontecido, las hemos vivido en tu santo nombre.
- Y es que, somos tus siervos consagrados,
- oh Hijo del Hombre.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- rendidos estamos a tus santísimos pies por la eternidad.
- Y firmes estaremos en los preceptos del Sagrado Escrito;
- porque sin su estricto cumplimiento, no optaremos a la santidad.
- Paz de Cristo
sábado, 30 de julio de 2022
EL FIN DE NUESTRO PROPÓSITO HA DE ESTAR EN CRISTO
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