EL HONOR MÁS GRANDIOSO ES SER TU HIJO, OH CRISTO

• La Biblia dice: A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
• Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
• Oh mi Cristo, los que son tus hijos, tu sublime piedad conocieron, 
• para impartir piedad a los que aún pudieren ser salvos.
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• Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, mo cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. 
• Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. 
• No a otro, sino al que oyó testificar en tu glorioso nombre, y no se conmovió;
• serás tú, oh atalaya, el que le prediques de las innumerables señales y milagros del Rey de reyes y Señor de señores, para darle a conocer que a las almas impías las convierte en santas.
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• Jesús, enseña: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
• Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
• Mil excusas serán el escudo indignó de los impíos;
• pero tanto el santo como el impostor, recibirán tu perfecta justicia.
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• Jesús, constata: Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
• Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 
• Oh Santo de Israel, Tú viniste a deshacer todo hedor nauseabundo,
• para raer la impiedad del alma humana, desde el principio hasta el fin.
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• Jesús, subscribe: Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
• ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
• ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
• Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 
• Oh Alto y Sublime, solo creyendo en tu majestuoso nombre, podremos en verdad y en espíritu crecer;
• porque adoraremos,
• al que por los siglos es el principio y el fin;
• y a Él siempre adorasteis.
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• Jesús, asevera: Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 
• Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 
• Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor,  ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
• Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 
• E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
• Oh Sumo Hacedor, Tú conoces hasta nuestros pensamientos más ancestrales,
• y que por ser inicuos cometisteis.
• Y toda mi sagrada instruccion fue en vano;
• porque el maléfico pecado con contumacia repetisteis,
• siendo el pernicioso mal de la irremisible condena.
•                 Paz de Cristo