- Oh mi Cristo,
- ya pasaron los tiempos de haber estado sometidos al maligno.
- Ahora somos templo del Santo Espíritu,
- y siervos del Altísimo.
- Oh Sumo Creador,
- de gracia hemos recibido, que ovejas de tu prado somos; y testificar en tu santo nombre es nuestra bíblica misión.
- Evangelizar la sana doctrina con denodado fervor,
- es el regocijo de la angosta senda; para ser los probos heraldos, oh Rey de reyes, de anunciar al que se arrepienta de sus pecados y se bautice en el nombre que es sobre todo nombre, tu majestuoso perdón.
- Oh gran Dios,
- Tú nos sustentas con tu excelsa diestra desde la eternidad y hasta la eternidad.
- Y somos tus discípulos consagrados,
- porque nos has dado, oh Señor, el conocimiento de la santísima verdad.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en la Sagrada Escritura,
- nos ha sido revelado tu conocimiento eterno;
- y con exultante alegría, hasta lo último de la tierra predicaremos el Evangelio de la gracia a toda criatura.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- nos has dado la vida, para que la administremos en santidad.
- Y por ser hacedores del Sagrado Escrito,
- hemos de dar excelentes frutos de irreprensible fidelidad.
- Paz de Cristo
domingo, 24 de julio de 2022
SÉ UN SIERVO PERFECTO EN CRISTO
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