- Oh mi Cristo,
- el principio de santidad es insoslayable, para ver tu glorioso rostro en el día postrero.
- No contristar al Santo Espíritu,
- nos reviste del gozo eterno.
- Oh Soberano Redentor,
- tu obra perfecta en la cruz del Calvario nos dio libertad.
- Y tan inconmensurable fue tu amor,
- oh Rey de reyes, que cincelaste en nuestro corazón la santísima verdad.
- Oh Cristo Altísimo,
- Tú viniste a deshacer las obras del diablo.
- Y el velo de tu carne se rasgó, para que tus genuinos siervos se postraran con quebrantamiento de espíritu en el Lugar Santísimo;
- y por gracia reconocer que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.
- Oh Cristo Jesús,
- sabemos que en ningún otro hay salvacion; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
- Y es que, oh Señor, del mundo eres la luz,
- que da vida y permanece en el corazón de los santos.
- Oh Sumo Hacedor,
- la impostura es propia del profano.
- Y no fingirás ante ninguna circunstancia el amor;
- porque nos limpiará del obsceno pecado.
- Paz de Cristo
lunes, 4 de julio de 2022
NO PROFANES MÁS LA SANTIDAD EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario