- Oh mi Cristo,
- de tu sana doctrina emana la inconmensurable provision de lo espiritual.
- Y es que, tu Santo Espíritu,
- oh Rey de la gloria, es la antítesis de lo carnal.
- Oh Cristo Jesús,
- tu manifestación de gloria se fundamenta en la excelsa piedad.
- Y porque vives, oh Señor, en la inaccesible luz,
- nadie ha podido tener el extremo conocimiento de tu santísima verdad.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- ¿quién sabe, en tiempo real,
- cual es la lista gloriosa de tus misericordias y favores,
- para que se oigan al unísono en el universo nuestras exultantes gracias, al gran Dios celestial?
- Oh Cristo Redentor,
- Tú redimiste toda nuestra inmunda carnalidad en la cruz del Calvario.
- Y de tal gloria fue tu amor,
- que te despojaste del cetro y la corona celestial, para descender como el Hijo del Hombre del eterno santuario.
- Oh Cordero inmolado,
- en tu ministerio publico, te persiguieron la hordas despiadadas para darte muerte.
- Pero diste gracia a toda la humanidad, con tu majestuosa sangre derramada, oh Cristo crucificado.
- Y eres el primogénito de los muertos resucitado, para eterna salvación del que tenga el anhelo de creerte.
- Paz de Cristo
lunes, 18 de julio de 2022
EVITA LO CARNAL, Y SERÁS UN SIERVO PERFECTO EN CRISTO
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