SALMO 18:16-19 EN CRISTO

• Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas.
• Me libró de mi poderoso enemigo, de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.
• Me asaltaron en el día de mi quebranto, mas Jehová fue mi apoyo.
• Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mi.
• Oh mi Cristo, tu excelsa diestra es la insoslayable protección para las consagradas almas,
• porque se vivifican en el poder Cristocéntrico.
• Oh Fiel y Verdadero,
• guardados permaneceremos en tu glorioso devenir.
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• La Biblia dice: Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
• Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi Dios.
• Oh Cristo Redentor, Tú eres el limpio de corazón crucificado.
• Y el único Dios, con el piadoso poder de redimir y justificar todos nuestros pecados.
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• La Biblia constata: Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no me he apartado de sus estatutos. 
• Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad, por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
• Oh Rey de reyes, en tu majestuosa gracia estamos seguros;
• y nada nos apartará de tu senda santísima. 
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• La Biblia enseña: Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro.
• Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo será para con el perverso.
• Oh Eterno, 
• ¿entendemos meridianamente que Tú eres el único Rey del universo?
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• La Biblia enfatiza: Porque tú salvaras al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos. 
• Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. 
• Contigo desbarataré ejércitos, y con mi Dios asaltaré muros. 
• En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová; escudo es a todos los que en él esperan.
• Oh Santo de Israel, con ferviente celo en tu Sagrada Palabra, perseveraremos tus genuinos hijos;
• y por ninguna vicisitud, flaquearán nuestras fuerzas.
• Y ante los abismos más obscuros,
• oh Señor, clamaremos a tu santo nombre, con nuestras rodillas atemporalmente genuflexas.
•                   Paz de Cristo