- Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.
- Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios.
- Oh mi Cristo,
- tu misericordia guardará a tus siervos consagrados.
- La Biblia dice: Mas vosotros llegaos acá, hijos de la hechicería, generación del adúltero y de la fornicaria.
- ¿De quién os habéis burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, generación mentirosa, que os enfervorizáis con los idolos debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos?
- En las piedras lisas del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No habré de castigar estas cosas?
- Oh Snto de Israel, el inicuo ser humamo es la antítesis de tu piedad, con su séptica acción sicaria;
- y la comete vilmente contra los más indefensos,
- que guardan en tu santo nombre sus vidas virtuosas.
- La Biblia incide: Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también subiste a hacer sacrificio.
- Y tras la puerta y el umbral pusiste tu recuerdo; porque a otro, y no a mí, te descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos pacto; amaste su cama dondequiera que la veías.
- Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y te abatiste hasta la profundidad del Seol.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo, tu santidad la desestimamos, por la crasa ineptitud de asumir tan grandioso prodigio.
- Y es que, hicimos desdén de tus gloriosas vigilias,
- para adentrarnos en el obscuro desamor.
- La Biblia constata: En la multitud de tus caminos te cansaste, pero no dijiste: No hay remedio; hallaste nuevo vigor en tu mano, por tanto, no te desalentaste.
- ¿Y de quién te asustaste y temiste, que has faltado a la fe, y no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he guardado silencio desde tiempos antiguos, y nunca me has temido?
- Yo publicaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán.
- Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.
- Oh Hijo del Hombre,
- el que en tu santo nombre creyere, por el maligno jamás será vencido;
- pero al abismo caerán,
- oh Señor, los que nunca quisieron con fervor obedecerte.
- La Biblia enseña: Y dira: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo.
- Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
- Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú siempre has asistido a los que por amor de tu majestuoso nombre son tus siervos aprobados;
- porque su corazón, oh Rey de la gloria, a tus pies está postrado.
- La Biblia enfatiza: Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón.
- He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejano y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.
- Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.
- No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.
- Oh Cristo Redentor, tus genuinos siervos estamos ávidos de tu excelso perdón;
- porque con paciencia esperaré,
- lo que de gracia nos has prometido,
- oh Rey de reyes, para ser tus bienaventurados hijos.
- Paz de Cristo
martes, 19 de julio de 2022
ISAÍAS 57:1,2 EN CRISTO
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