- Oh mi Cristo,
- de tu Espíritu sublime surgió el grandioso amor por toda la humanidad, para perdonar a las hordas que te escarnecieron y vituperaron en el derramamiento de tu preciosa sangre en la cruz del Calvario.
- Sí, no ha habido corazón más digno,
- sino el que descendió del eterno santuario.
- Oh Cordero inmolado,
- el encuentro con tu universal bondad, se manifiestó en el sacrificio más glorioso, hecho para vencer al imperio de la muerte.
- Y solo al entendido, al bienaventurado,
- se le dio revelación, oh Cristo Jesús, cuando en tu inmolación nos redimiste para reconciliarnos con el Padre eternamente.
- Oh Sumo Alfarero,
- tu perfecta misión en la sobrenatural rueda, fue dar un nuevo nacimiento a los perdidos.
- Pero el fiel de tu sagrada balanza dictará sentencia en el día postrero,
- para dar alas eternas a los bendecidos.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- en el arrebatamiento erigirás a la que ha sido desde antes de la fundación del mundo tu amada Iglesia, sin arruga y sin mancha.
- Y se dará cumplimiento al Sagrado Escrito,
- de la que es verdadera y santa.
- Oh gran Yo Soy,
- tu amor excede a todo conocimiento al ser de inusitada pureza.
- Y es que, para tu eternidad, oh Señor, no existe el hoy;
- porque es presente, pasado y futuro en tu omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia.
- Paz de Cristo
lunes, 11 de julio de 2022
TU EXCELSO AMOR SUSTENTA A LA HUMANIDAD, OH CRISTO
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