- Oh mi Cristo,
- Tú nos has dado todos nuestros sentidos, para ser usados en santidad.
- Y es que, nunca agradará al Santo Espíritu,
- la obscena insolemnidad.
- Oh Cordero inmolado,
- ni por acción ni por omisión,
- en tu espíritu, alma y cuerpo nunca hubo pecado;
- porque tu excelsa diestra, derramó por siempre la santificación.
- Oh Santo de Israel,
- la aberrante impostura surge cuando el espíritu demoníaco entra en nuestra vida.
- Y se disipa la precaria fe,
- hasta ser nuestra alma enteramente corrompida.
- Oh Hijo del Hombre,
- Tú eres el Santo;
- y en tu majestuoso nombre,
- nunca hubo impostura; porque tu omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia es el más glorioso legado.
- Oh Cristo Jesús,
- el impostor piensa que su camino es recto, pero es camino de muerte.
- Tócanos, oh Señor, con tu inaccesible luz;
- y se regocijará nuestro corazón, porque ha traspasado el umbral de la gloria biblicamente.
- Paz de Cristo
domingo, 24 de julio de 2022
LA RAÍZ MÁS EXECRABLE ES LA IMPOSTURA DEL SER HUMANO, OH CRISTO
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