EL PENSAMIENTO Y LA INTENCIÓN DEL SER HUMANO EN CRISTO

• La Biblia dice: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 
• Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo. 
• Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
• Oh mi Cristo, fatuo es el ser humano que pretende agradarte sin fe.
• Y es que, su pensamiento errático,
• discurre a la deriva, desestimando el espiritual norte.
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• La Biblia enseña: Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 
• Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 
• Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. 
• Oh Santo de Israel, 
• de gracia recibimos, para en tu glorioso nombre creer; 
•  y con gran celo seguiremos por la angosta senda, oh Señor, del que te profesa adoracion, negándose a sí mismo. 
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• Oh Sumo Alfarero, 
• moldéame con tu barro santo;
• y seré un vaso nuevo,
• con la preciosa y precisa sabiduría de lo alto. 
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• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• a tus heraldos nos has revestido, 
• de la grandiosidad de tus misericordias y favores, 
• que dan visibilidad a la pureza espiritual del ungido.
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• Oh Cristo Jesús, 
• existe una línea muy fina, que la profana el pensamiento y la intención del que cree haber tocado fondo en la santidad. 
• Y es que, oh Señor, Tú que vives en la inaccesible luz; 
• hazle volver en sí, al que realmente es un advenedizo en el conocimiento de la única y perfecta verdad. 
•                 Paz de Cristo