- Más Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
- Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.
- Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y Recorría las aldeas de alrededor, enseñando.
- Oh mi Cristo, es de gran frustración, en tu propia tierra, esta actitud ignominiosa.
- Pero no son otros, sino tus propios paisanos,
- oh Señor, los que desecharon tu gloria con su espíritu nefando.
- La Biblia enseña: Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
- Vestíos de toda armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
- Porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
- Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
- Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
- y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
- Oh Alfa y Omega,
- fue tu excelsa diestra la que nos puso el sello sagrado,
- con el que nos conciernes,
- de tus gloriosas bendiciones.
- Y así, la senda angosta nos será propicia,
- para alcanzar la sobrenatural santidad.
- La Biblia constata: Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
- El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
- Jehová te guardará de todo mal; él guardará tu alma.
- Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
- Oh Sumo Redentor, tuyo es el nuevo pacto de la gracia excelsa,
- que nos ha dado vida eternamente.
- Sublime paz, oh gran Yo Soy, tiene el que de todo su corazón te ama;
- porque nada nos sacia más, que el agua de tu bendita fuente.
- Oh Santo de Israel,
- toda tu provisión de gloria,
- la hemos interiorizado tus genuinos siervos.
- Y porque vivimos por fe,
- nuestros nombres están escritos en victoria,
- en los inconmensurables cielos.
- Oh Hijo del Hombre,
- la sagrada huella de tus santísimos pies, nos determina a seguir por la senda angosta.
- Y por la piedad de tu majestuoso nombre,
- traspasaremos el umbral de la incomparable gloria.
- Paz de Cristo
martes, 15 de agosto de 2023
NO TE PLIEGUES A LAS VELEIDADES DEL MALIGNO EN CRISTO
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