- La Biblia enseña: Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros a las naciones que habéis llegado.
- Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en nedio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.
- Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de toda la tierra, y os traeré a vuestro país.
- Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
- Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
- Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
- Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
- Oh mi Cristo, grandioso privilegio es haber sido en tu glorioso nombre santificado;
- porque esta es la permeabilidad espiritual, que se hace visible en tus auténticos hijos.
- Y este es el piadoso fin,
- con el que al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo agradaré.
- Y es que, sería insoslayable,
- no haberse revestido de tu excelsa gloria,
- para ser tus irreprensibles siervos consagrados.
- La Biblia dice: La nano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y ne puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
- Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
- Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehova, tú lo sabes.
- Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
- Así ha dicho Jehová el Seño a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
- Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
- Proféticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos secos se juntaron cada hueso con su hueso.
- Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
- Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
- Y proféticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
- Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
- Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
- Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
- Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
- Oh Santo de Israel, ya no hedían los muertos,
- porque reseca estaba su calavera.
- Y es que, era necesario insuflarles de Sion sus benditos aires,
- y su osamenta se vivificará.
- Y así recibiréis,
- a la eterna gloria que el gran Dios os dará.
- Y en el Edén del cielo,
- veréis en santidad la faz del Altísimo Cristo.
- Y separará a los cabritos,
- de las ovejas del Eterno.
- Y serán tus probos discípulos,
- Oh Señor, los que de esto darán fe.
- Porque en él paraíso,
- la gloria del Santo su alma sellará.
- Oh Sumo Hacedor,
- Tú has medido cada palmo de nuestra existencia.
- Y únicamente nuestro ferviente amor,
- será manifiesto en pos de nuestra espiritual excelencia.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- no daría de sí cada segundo de nuestra vida,
- para darte las gracias por tus inconmensurables favores;
- que por tu misericordia, oh gran Yo Soy, derramas profusamente de lo alto; como son el don perfecto y la buena dádiva.
- Oh Alfa y Omega,
- para el ser humano es una asignatura pendiente,
- interiorizar tu excelsa gracia;
- porque no viene de otro, sino del Soberano Señor Omnipotente.
- Paz de Cristo
domingo, 20 de agosto de 2023
TU VIDA SERÁ PERMEABLE A LA SANTIDAD, SI OBRAS EN CRISTO
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