- La Biblia dice: Éstas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
- Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
- Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
- Oh mi Cristo, a cada uno de tus siervos santificados,
- tu excelsa diestra da provisión al que con firmeza se dispone;
- y todo lo hace, sembrando en lo celestialmente perfecto.
- La Biblia enseña: Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
- que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
- Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
- Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
- Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
- porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
- ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creido? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oido? ¿Y como oirán sin haber quien les predique?
- ¿Y como predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
- Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creido a nuestro anuncio?
- Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
- Oh Cristo Jesús, tus auténticos siervos, somos los que verdaderamente te amamos,
- y gracias a tu gran misericordia, moraremos contigo en el paraíso.
- Sí, porque de tu Sagrada Palabra es la santa percepción,
- oh Señor, que a tus genuinos discípulos nos ha edificado.
- Y por nada retrocederán,
- en seguir tus gloriosos pasos, oh Santo.
- Nunca habrá en nosotros fisura que nuestra fe debilite,
- para discurrir, oh Rey de la gloria, por tus sagradas huellas.
- ¿Por qué quién si no Tú, oh gran Yo Soy, es el Dios único?
- Sólo creemos en tu majestuoso nombre, los que de gracia somos tus siervos consagrados.
- Oh Cristo Redentor,
- arrepentido de mi indolencia del tiempo pasado, tengo que suplirla creyendo fervientemente en el Rey de reyes y Señor de señores, que me redimió en la cruz del Calvario.
- Nadie nos podrá dar más amor,
- que el Omnipotente, que se hizo el mayor siervo al descender del eterno santuario.
- Oh Santo,
- nada nos arredrará, para mostrarte la máxima obediencia.
- Y será la sabiduría de lo alto,
- la que nos revestirá de la sobrenatural excelencia.
- Oh Eterno,
- sé que es por tu Espíritu, y no por nuestras exiguas fuerzas, será la consumación de ser uno contigo, oh gran Dios, en tu excelsa gloria.
- Porque no otro nos abrirá el cielo,
- sino Tú, oh Cristo Altísimo, coronándonos en victoria.
- Paz de Cristo
martes, 8 de agosto de 2023
LA DUDA SOBRE TU FE, NO PUEDE AGRADAR AL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
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