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jueves, 10 de agosto de 2023

QUE NADA TE SEA IMPEDIMENTO PARA LLEGAR AL CULMEN DE CREER EN CRISTO

  • Jesús, dijo: Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
  • En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 
  • Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
  • Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
  • Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
  • Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 
  • Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos. 
  • Vosotros sois mis testigos, si hacéis lo que yo os mando. 
  • Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe  lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
  • No me elegisteis vosotros  a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 
  • Esto os mando: Que os améis unos a otros. 
  • Oh mi Cristo, 
  • a los que por el mundo deambulabamos erráticos, 
  • nos revestiste de tu candor.
  • Y por la obediencia a tu celestial primor,
  • el espíritu advenedizo se vio persuadido. 
  • Y nuestro ser fue santificado,
  • oh Señor, para ser de facto tus verdaderos hijos.
  • Y siempre anunciando,
  • que resistiremos hasta la sangre, en tu santo nombre, los siervos que no esquivaremos la muerte, por irremisiblemente creer.
  • Porque sé, 
  • oh Cristo Jesús, que en tu gracia, indubitablemente estaremos completos.

  • La Biblia enseña: Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
  • Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él. 
  • Y él le mando que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificacion, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.
  • Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucho gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. 
  • Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
  • Oh Santo de Israel,
  • Tú eres el autor y consumador de la fe. 
  • Todos lo siervos que en tu glorioso nombre confiaron, fueron sanados;
  • porque tus excelsas bendiciones, 
  • nadie las estorba. 

  • Jesús, incide: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 
  • El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 
  • Y estas señales seguirán a los que creen: En su nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán. 
  • Oh Cristo Jesús, ante tu inminente venida, la pureza del altar es de gran premura,
  • para el que anhela ser bienaventurado;
  • porque de gracia bendecirán.

  • Oh gran Dios, 
  • provisión de lo alto son tus señales.
  • Y de los siervos consagrados, 
  • las dádivas celestiales. 

  • Oh Sumo Hacedor,
  • de los entendidos,
  • será el radiante resplandor,
  • que para poder abrír la única puerta de gloria, nunca se dieron por vencidos. 
  •                  Paz de Cristo 

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