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jueves, 17 de agosto de 2023

HAZ INEXPUGNABLES TUS FLANCOS DÉBILES EN CRISTO

  • La Biblia dice: ¿Quién ha creido a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
  • Subirá cuál renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 
  • Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
  • Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 
  • Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
  • Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 
  • Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al natadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
  • Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 
  • Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo  maldad, ni hubo engaño en su boca.
  • Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 
  • Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
  • Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores. 
  • Oh mi Cristo, únicamente el siervo que creyó en tu santo nombre se salvará. 
  • Porque te buscaremos,
  • oh Señor, con esfuerzos denodados.
  • Y a tu fiel discípulo le llamarás bienaventurado aun sin haber nacido.
  • Y es que, todos los santificados,
  • la rodilla doblará ante tus pies gloriosos.
  • Porque cuando la sabiduría de lo alto a nuestro corazón toca;
  • ese es el punto de inflexión que bendijo nuestro celestial destino. 
  • Sólo el que tu majestuoso nombre invoca, 
  • oh Rey de reyes, será concernido por la esperanza bienaventurada. 
  • Y en los eternos cielos, 
  • oh Altísimo, estarán escritos sus benditos  nombres. 

  • La Biblia enseña: A lo suyo vino, y lo suyos no le recibieron. 
  • Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
  • los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
  • Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como la del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 
  • Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Éste es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.
  • Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 
  • Pues la ley por  medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 
  • A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. 
  • Oh Cristo Jesús, con oídos prestos tu voz oyeron;
  • únicamente tus siervos consagrados,
  • y a la postre santificados. 
  • Sí, porque la santidad,
  • es el fin piadoso, 
  • de la gloriosa excelencia. 
  • Y no otro, sino el Santo Espíritu, 
  • de toda verdad nos ha de proveer.

  • Oh Hijo del Hombre, 
  • el que pone por obra con sumo gozo tu Sagrada Palabra,
  • nadie le podrá tachar de pusilánime;
  • excepto el maligno, en su sórdida y vil asechanza. 

  • Oh Santo de Israel,
  • son tus universales mimbres los que nos sustentan. 
  • Pero existen cabos sueltos, oh Señor, que prueban el grado de fe,
  • para dar a conocer cuantos falsarios corazones apostatan. 

  • Oh Cristo Jesús, 
  • nos diste tu majestuoso perdón,
  • desde la más despiadada cruz; 
  • por ser tu sacrificio, el hecho que consumó la celestial e indeleble revelación. 
  •                Paz de Cristo 

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