- La Biblia dice: Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
- como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
- sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
- porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
- Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
- sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata,
- sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
- ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
- y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.
- Oh mi Cristo, todo el que anhela ser bienaventurado,
- ha de guardarse en la santidad excelsa.
- Y así, edificar su devenir,
- en la sabiduría de lo alto;
- para llevar a la sazón,
- una vida santa,
- de todo vuestro corazón.
- Y ser de la Sagrada Escritura celosos,
- para perseverar en la gloriosa senda de los consagrados.
- La Biblia enseña: ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se costituye enemigo de Dios.
- ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
- Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
- Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
- Afligíos, y lamentad, y llorad.
- Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
- Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
- Oh Cristo Altísimo, a tus siervos santificados,
- los que renunciaron a la perniciosa iniquidad escrupulosamente.
- Y no volvieron a estar atados a cosas viles,
- para que en su enderredor les sustenten las bendiciones.
- Porque ha de ser la piedad,
- vuestra única certeza.
- Y porque su misericordia es para siempre; Él tu corazón pesará.
- La Biblia incide: ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
- Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
- porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
- Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
- Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
- Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
- Oh Hijo del Hombre,
- asidos estaremos siempre a tu santidad,
- desechando la antítesis de la maldad séptica,
- que te aborda desde la opaca sombra.
- Y es que, oh Señor, el mediodía de tu transparencia,
- es el que nos lleva a la perfecta y única verdad.
- Oh Rey de reyes,
- por tu excelsa gracia,
- con sumo gozo superamos lo ayes;
- porque con todos fue clemente tu excelsa diestra.
- Oh Fiel y Verdadero,
- indeleble es tu sagrada huella, en nuestra perfección espiritual.
- Y en el día postrero,
- aprobarás nuestro ferviente anhelo, oh Cristo Jesús, de morar contigo en la sobrenatural gloria celestial.
- Paz de Cristo
viernes, 11 de agosto de 2023
EL QUE ES SANTO, ZANJÓ SU AMISTAD CON EL MUNDO, OH CRISTO
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