TODO EL TIEMPO OCIOSO DE NUESTRA VIDA, ERA INEQUÍVOCAMENTE PARA ADORARTE, OH CRISTO

•  La Biblia dice: Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Llegemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos.
• Porque Jehová es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses.
• Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.
• Suyo también es el mar, pues el lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.
• Oh mi Cristo, el propósito de tus preceptos bíblicos, 
• es consubstancial a tus gloriosas revelaciones.
• Y no existen, ni existirán  fisuras,
• en tu creación excelsa.
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• La Biblia enseña: Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 
• Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.
• Oh Altísimo Redentor, 
• no ha existido ningún humano sacrificio con sangre derramada más preciosa, que hiciere de su sobrenatural gracia un nuevo pacto. 
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• Jesús, dijo: ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?
• Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 
• Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 
• Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. 
• Oh Sumo Alfarero, toda inmundicia es muy difícil raerla en los seres humanos;
• porque esta perversión ancestral, en la línea de flotacion el alma nos toca. 
• Y nos ceñimos de ceniza y cilicio,
• o nadie será de la gloria bienaventurado.
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• Oh Santo, 
• tu enjuta senda,
• da visibilidad aleccionadora de la sabiduría de lo alto, 
• para saciar la sed de nuestra vida sedienta.
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• Oh Eterno, 
• la esplendorosa morada de gloria;
• ha lugar en el cielo, 
• para el santo siervo que sea coronado en victoria. 
•                Paz de Cristo