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martes, 15 de agosto de 2023

LA CIRCUNSTANCIA MÁS ADVERSA, NO NOS APARTARÁ DE TU PROPÓSITO, OH CRISTO

  • La Biblia dice: ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 
  • ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 
  • ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
  • Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. 
  • Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
  • Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
  • ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. 
  • Oh mi Cristo, únicamente tuya es la perfecta justicia;
  • por ser de peso caval, la balanza que pesará tanto el corazón de los profanos como el de los piadosos siervos.
  • Y es que, será bienaventurada,
  • toda alma que no tubo dudas en el angosto sendero. 
  • Y que, con gran celo perseveró;
  • cumpliendo los propósitos de tu Sagrada Palabra hasta el fin,
  • oh Fiel y Verdadero. 

  • Oh Cristo Redentor, 
  • Tú, en el abominable sacrificio de la cruz del Calvario,
  • venciste con tu muerte al imperio de la muerte, (léase al impostor);
  • para que tu majestuosa luz, oh Rey de reyes, se derramara sobre toda la humanidad desde el eterno santuario. 

  • Oh Alto y Sublime,
  • porque los cielos de los cielos no te pueden contener;
  • Tú has llevado de las tinieblas a tu luz admirable, 
  • al que en el nombre que es sobre todo nombre, ha podido creer. 

  • Oh Santo, 
  • nadie sino Tú, ostenta la potestad, 
  • de derramar su bendición desde la bóveda de lo alto, 
  • para ser tocados por tu precisa y preciosa verdad. 

  • Oh Eterno, 
  • inmerecidamente y por tu excelsa misericordia, los que no estabamos entre tus hijos probos,
  • nos vas a preparar morada en el glorioso cielo;
  • porque con quebrantamiento de espíritu, nos hemos postrado eternamente a tus santísimos pies; y con el corazón contrito y humillado, hasta lo más extremo estamos inconmensurablemente arrepentidos.
  •              Paz de Cristo 

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