- La Biblia dice: ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
- ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
- ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
- Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
- Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
- Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
- ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
- Oh mi Cristo, únicamente tuya es la perfecta justicia;
- por ser de peso caval, la balanza que pesará tanto el corazón de los profanos como el de los piadosos siervos.
- Y es que, será bienaventurada,
- toda alma que no tubo dudas en el angosto sendero.
- Y que, con gran celo perseveró;
- cumpliendo los propósitos de tu Sagrada Palabra hasta el fin,
- oh Fiel y Verdadero.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú, en el abominable sacrificio de la cruz del Calvario,
- venciste con tu muerte al imperio de la muerte, (léase al impostor);
- para que tu majestuosa luz, oh Rey de reyes, se derramara sobre toda la humanidad desde el eterno santuario.
- Oh Alto y Sublime,
- porque los cielos de los cielos no te pueden contener;
- Tú has llevado de las tinieblas a tu luz admirable,
- al que en el nombre que es sobre todo nombre, ha podido creer.
- Oh Santo,
- nadie sino Tú, ostenta la potestad,
- de derramar su bendición desde la bóveda de lo alto,
- para ser tocados por tu precisa y preciosa verdad.
- Oh Eterno,
- inmerecidamente y por tu excelsa misericordia, los que no estabamos entre tus hijos probos,
- nos vas a preparar morada en el glorioso cielo;
- porque con quebrantamiento de espíritu, nos hemos postrado eternamente a tus santísimos pies; y con el corazón contrito y humillado, hasta lo más extremo estamos inconmensurablemente arrepentidos.
- Paz de Cristo
martes, 15 de agosto de 2023
LA CIRCUNSTANCIA MÁS ADVERSA, NO NOS APARTARÁ DE TU PROPÓSITO, OH CRISTO
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