- La Biblia dice: Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
- Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.
- Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni llevéis dos túnicas.
- Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid.
- Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pie en testimonio contra ellos.
- Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.
- Oh mi Cristo, el que de gracia recibe, desecha todas las vanidades;
- y hace lo que Tú asignaste a los probos heraldos.
- Porque al que predica la Sagrada Palabra, le sobran las minucias;
- ya que su única pretensión, es que las almas sean salvas al fin.
- Y no requieren, sino estar con los oídos atentos,
- para que santamente obedecieren sus bendiciones.
- La Biblia enseña: Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
- Y al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
- Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
- Rogaz, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
- Oh Fiel y Verdadero,
- inabarcable es tu excelso amor;
- el cual guardamos en nuestro ser todos los siervos,
- al recibir tus grandiosas exhortaciones.
- Jesús les dijo: Éstas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
- Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
- y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
- y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
- Y vosotros sois testigos de estas cosas.
- He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos del poder de lo alto.
- Por tu excelsa diestra, oh Rey de reyes, hemos sido santificados,
- y hechos nuevas criaturas.
- Y nuestra alma se gloría,
- dando testimonio a los paganos que nos ven.
- Y predicaremos sin desmayo tus celestiales glorias,
- oh Santo.
- Oh Sumo Alfarero,
- gracias te damos por habernos moldeado en tu rueda sagrada;
- para ser un vaso nuevo,
- con el alma purificada.
- Oh Alfa y Omega,
- donde por precepto bíblico,
- debería mora nuestra alma es en tu eterna gloria;
- sin embargo, la obscuridad del alma es el impedimento más patético.
- Paz de Cristo
lunes, 14 de agosto de 2023
LA PREDICACIÓN PERSISTENTE ES DEFINITORIA DE TU GENUINO SIERVO, OH CRISTO
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