AÑADID UN PALMO A VUESTRA ESTATURA, Y VERÉIS LA ETERNIDAD EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• nada es percibido por nuestra primorosa existencia como un sempiterno milagro. 
• Pero los que hemos sido engendrados, oh Señor, por tu Santo Espíritu, 
• somos nuevas criaturas del eterno santuario. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• es imposible entender racionalmente el sobrenatural proceso de ser tus verdaderos hijos.
• Sin embargo, desde antes de la fundación del mundo, oh Rey de reyes, Tú nos escogiste, 
• para que, únicamente en buenas obras  anduviesemos concernidos.
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• Jesús, dijo: Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
• ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
• Oh Cristo Jesús, de tu redil son benditas tus ovejas;
• porque en la roca de sus alturas, han puesto su santo desvelo.
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• del viento de Sion,
• son las alas blancas que nos elevarán al paraiso eterno,
• para traspasar el umbral de la gloriosa salvación.
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• La Biblia dice: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 
• Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
• Oh Soberano Salvador, de gracia somos bienaventurados, 
• para ser guardados por tu excelsa diestra en la eternidad.
•                     Paz de Cristo