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miércoles, 11 de agosto de 2021

LA HIPOCRESÍA SOMETE ASIDUAMENTE A TUS SIERVOS, OH CRISTO

  •  Oh mi Cristo, la libertad del mundo doblega a tus más fervientes discípulos,
  • porque en su carne sigue viva la ancestral concupiscencia. 
  • Son, oh Señor, los inmundos estímulos,
  • desvirtúandonos con su obsolescencia.

  • La Bibia dice: Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas.
  • Y le dijo Jesus: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
  • Oh Santo de Israel, Tú viniste a por lo perdidos, y a ninguna intempestiva vicisitud pusiste trabas;
  • porque únicamente en tu reino, es manifiesta la bienaventuranza.

  • La Biblia enseña: Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierren a mi Padre.
  • Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 
  • Oh Cristo Jesús, la premura de predicar el Evangelio, ni siquiera obedecía a lo paternofilial que aconteciese en esa mañana o tarde;
  • sino al exhorto bíblico, para los que estaban en el profundo abismo desahuciados.

  • La Biblia enfatiza: Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.
  • Y Jesús le dijo:Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. 
  • Oh Alto y Sublime, el alma precisa primordialmente el alimento espiritual, que es la Sagrada Palabra;
  • y todo lo demas se les dará por añadidura, a los que en el nombre de Cristo Jesús están consagrados.

  • La Biblia asevera: El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y el será mi hijo.
  • Pero los cobardes e incredulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. 
  • Oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo, 
  • no ha habido misión más solemne, que dar al alma perdida salvación; y Tú, oh Rey de reyes, has venido a rescatar para tu gloria, a toda alma inmunda.  
  •                    Paz de Cristo 

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