NO HAY VIDA PERFECTA, SINO EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• el que toma su cruz y te sigue, tiene la Sagrada Palabra como el perfecto timón de su salvación.
• No existe más sabio guía que el Santo Espíritu, 
• para dar el rumbo de santidad a tu atribulado corazón. 
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• Oh Fiel y Verdadero, en las tenebrosas tormentas, donde vemos nuestra vida peligrar, 
• Jesús nos dice: Hombres de poca fe, ¿por qué teméis? 
• Y paró la tempestad y el mar;
• y por su inmensa misericordia, con el alma renovada amanecisteis.
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• La fe del Todopoderoso Señor Jesucristo, 
• te mueve a que construyas el arca, que te preservará de las asechanzas del acusador.
• Y no hay timón; porque el timón es la gracia del Espíritu,
• que te muestra la celestial singladura de su loor. 
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• Oh Rey de reyes y Señor de señores,
• después del torrencial diluvio, vino la paz.
• Y tuvimos conocimiento de que tus grandiosos favores,
• nos revelan la santísima verdad. 
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• Oh Santo de Israel, 
• en tu piedad encontramos la sobrenatural dirección. 
• Y no será por obras, sino por fe;
• donde arribaremos, oh Señor, a la eterna salvación. 
•                   Paz de Cristo