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miércoles, 4 de agosto de 2021

HECHOS 17:24-27 EN CRISTO

  • El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. 
  • Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 
  • Oh mi Cristo, Tú eres el Soberano Señor, que en la cruz del Calvario redimió de la esclavitud del pecado a todas las almas;
  • y que nos ha propiciado creer en su santo nombre, para que podamos ser salvos.

  • Oh Cristo Jesús, la barrera carnal que limita al ser humano,
  • le impide percibir lo espiritual de lo espiritual. 
  • Y su vida, oh Señor, está sumida en el abismal fango,
  • siendo diametralmente opuesta a la gloriosa loa celestial.

  • La Biblia dice: Hijos de los hombres, ¿hasta cuando volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?
  • Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare. 
  • Oh Fiel y Verdadero, de lo recibido de gracia, 
  • daremos de gracia al que te adorare.

  • La Biblia enseña: Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regogijen los que aman tu nombre. 
  • Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor.
  • Oh Hijo del Hombre, 
  • tu sacrificio en la cruz del Calvario nos reconcilió con el Padre; y con tu majestuoso perdón a toda la humanidad, hasta el ignoto universo rebosó de amor.

  • Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, 
  • el umbral de la gloria lo traspasará, tu amada Iglesia, ceñida con vestiduras blancas.
  • Porque solo verán la faz del Santo,
  • las almas genuinamente santas.
  •                       Paz de Cristo 

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