- Oh mi Cristo,
- Tú me enviaste a sembrar la Sagrada Palabra.
- Y he predicado con gozo en el frontispicio del exhorto:
- ¡Jesús te ama!
- Oh Alto y Sublime,
- de lo recibido de gracia, de gracia damos.
- Y en la poesía, oh Señor, de glorioso perfume,
- asumen el mensaje espiritual los siervos consagrados.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú pronunciaste en la cruz del Calvario, al borde de tu muerte, la frase más sagrada, diciendo: Consumado es.
- Y aún su eco resuena en el universo más ignoto, para el que sabe que Dios es amor,
- y le profesa ilimitada fe.
- Oh Sumo Alfarero,
- alguno pensó erróneamente que era un vaso defectuoso y errático.
- Pero será en el día postrero,
- cuando pesará la pureza de mi corazón, el Omnipotente Señor Soberano.
- Oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo,
- anhelo tu galardón de gloria.
- Y en verdad y en espíritu,
- soy a tus pies, oh Alfa y Omega, un adorador en victoria.
- Paz de Cristo
domingo, 22 de agosto de 2021
LA SIEMBRA ESPIRITUAL, ES FRUTO SAZONADO EN CRISTO
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