- Oh mi Cristo,
- el pensamiento ambiguo desvirtúa la edificación del alma.
- Y es que, a toda verdad lleva el Santo Espíritu;
- si eres el consagrado siervo, que al Omnipotente ama.
- Oh Cristo Jesús,
- después de resucitado, recriminaste la incredulidad a tus desnortados discipulos.
- ¿Por qué seguro que eran los que fueron llevados de las tinieblas, oh Señor, a tu admirable luz?
- ¿O el miedo les atemorizó tanto; que en todos, sus espirituales pensamientos fueron olvidados?
- Oh Santo de Israel,
- en toda la creación eres omnipresente.
- Y Tú, oh Rey de reyes, me proveiste el don de la fe,
- por el que no te percibo por vista, sino espiritualmente.
- Oh Soberano Señor Jesucristo,
- al invocar tu majestuoso nombre, emana un inefable poder.
- Y en el Sagrado Escrito,
- de facto se produjo un milagro, en los que pudieron en tu gloria creer.
- Oh Sumo Alfarero,
- rectos son los caminos para tus vasos de honra.
- Y será en el día postrero,
- cuando traspasen el umbral de la excelsa gloria.
- Paz de Cristo
viernes, 13 de agosto de 2021
NO HAY CAMIMO RECTO, QUE NO EMBOQUE EN TU SANTO NOMBRE, OH CRISTO
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