- Para los santos que están en la tierra, y para los íntegros, es toda mi complacencia.
- Se multiplicarán lo dolores para aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
- Oh mi Cristo, nos preservas perpetuamente de toda obscuridad con tu excelencia;
- porque tuyas, oh Señor, son las celestiales bendiciones.
- La Biblia dice: Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
- Porque tú, oh Dios, has oido mis votos; me has dado la heredad de los que temen tu nombre.
- Oh Rey de reyes, ten piedad de nuestra almas,
- para que moremos en tu gloria eternamente.
- Jesús, dijo: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
- Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
- Oh Alto y Sublime, nada es casual, sino que de gracia estamos recibiendo,
- los que eran nuestros perfectos anhelos.
- Oh Cristo Redentor,
- del sacrificio en la cruz del Calvario, conocemos grosso modo tu muerte.
- Pero desconocemos la profundidad de tu piadoso amor,
- al estar fuera de nuestra obnubilada mente.
- Oh Cordero inmolado,
- la excelsa majestuosidad de tu glorioso pensamiento, en tan execrable crucifixión, está fuera de nuestra degradada sensibilidad.
- Y si no cabe tan misterioso sentimiento, para el siervo consagrado;
- mucho menos aún, para el corazón pétreo que no vive en santidad.
- Paz de Cristo
miércoles, 18 de agosto de 2021
SALMO 16 3,4 EN CRISTO
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