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viernes, 20 de agosto de 2021

TU LUZ ADMIRABLE, NO TRASPASA LA DUREZA DE CORAZÓN, OH CRISTO

  • Oh mi Cristo, 
  • la ancestral distorsion bíblica tiene la aberrante pretensión de aunar las tinieblas y la luz.
  • Y cuando un siervo de Dios, predica el Cristocéntrico precepto;
  • el idólatra de turno te habla, ex catedra, contándote que lo amargo es dulce y lo dulce es amargo, con el fin de doblegarte, recurriendo a argumentos antibíblicos de la obscura y pecaminosa esclavitud.

  • Oh Alto y Sublime, del execrable cuento inquisitorial, es necesario apuntar lo herético de su blasfemia. 
  • Sí, porque Jesus dijo: De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.
  • Oh Santo de Israel, nadie te ha hecho mayor infamia,
  • e impostura más abyecta que es substituir de forma execrable tu gloriosa presencia (el Espíritu Santo que enviaste a los 120 reunidos unánimes en el aposento alto el día de Pentecostés) por lo millones de ídolos con los que te quiere hacer visible, oh Señor, el vil blasfemo. 

  • La Biblia dice: ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 
  • Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 
  • Oh Sumo Alfarero, haz de mí, un vaso nuevo en tu sobrenatural rueda, para que tu gloria sea manifiesta en mi vida, oh Señor Omnipotente, 
  • y líbrame del abismo espeluznante.

  • Jesús, enseña: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 
  • ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. 
  • Oh Soberano Redentor, Tú asumiste en el abominable sacrificio de la cruz del Calvario, toda blasfema estulticia. 
  • Porque  fue tal tu disposición de amor, que perdonaste a tus ajusticiadores la vileza de su corazón impío. 

  • La Biblia asevera: El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado a quemar a los hombres con fuego.
  • Y los hombres se quemaron con el gran calor; y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene el poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. 
  • Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, con tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario, recibimos la gracia del nuevo pacto;
  • pero sin ser hacedores de la Sagrada Palabra, no seremos coronados en victoria. 
  •                    Paz de Cristo 

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