TÚ SUSTENTAS A LOS POBRES DE ESPÍRITU, OH CRISTO

• Jesús, dijo: Mi poder se perfecciona en la debilidad. 
• Y en la más extrema necesidad, están los pobres de espíritu. 
• Nada les es necesario, sino tu verdad, 
• Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo. 
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• Oh Santo de Israel, 
• de tu manifestación en carne, 
• testificamos; no porque te hayamos visto, oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• sino por la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• el pobre de espíritu es un vaso, que espera ser moldeado indefinidamente por tu  rueda sobrenatural.
• Es un siervo que asume en su ser todo desprecio;
• para que no sea otro su galardon, sino la corona celestial.
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• Sí, es el abnegado discípulo que encontró un tesoro en su alma; 
• y el tesoro era Cristo. 
• Y ya tuvo en su vida, al que en su ensoñación eternamente ama,
• que es la gloriosa presencia del Santo Espíritu. 
•                  
• Oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo, 
• existe una inequívoca actitud, 
• que concierne únicamente al que es pobre de espíritu;
• y es el candor de su piedad, como inmarcesible virtud.
•                   Paz de Cristo