- Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, conbatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mio, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.
- Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos: porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
- Oh mi Cristo,
- Tú pagaste el mayor precio por nuestra alma, para acabar con el obsceno pecado de nuestra vida libertina.
- La Biblia dice: Cíñete ahora varón tus lomos; yo te preguntaré, y tú me responderás.
- ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí para justificarte tú?
- Oh Santo de Israel, Tú eres la verdad; y con la verdad al inconverso libertarás;
- porque no hay otro Dios fuera de ti, oh mi Señor Jesús.
- La Biblia enseña: Oye, te ruego, y hablaré; te preguntaré, y tú me enseñarás.
- De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
- Oh Soberano Redentor, no ha existido mayor cáliz que el de Getsemaní, con el que a ninguno de tus genuinos siervos probarás.
- Sí, porque tus hijos serán acrisolados, para que en su espiritual resplandor se vea el oro del Edén.
- Jesús, dijo: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
- Esto os mando: Que os améis unos a otros.
- Oh Sumo Alfarero, en tu sagrada rueda, a los vasos de honra, la excelsa diestra les selló con el don de la fe;
- y en el eterno santuario se les concedió una mínima o grandiosa medida de fe, para en tu reino ser galardonados.
- Jesús, asevera: Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
- De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
- Oh Soberano Salvador, rendido está a tus pies nuestro contrito y humillado corazón; y porque tu misericordia es para siempre, nuestras iniquidades serán borradas;
- y de gracia traspasaremos la bendita puerta del cielo.
- Paz de Cristo
martes, 31 de agosto de 2021
HEBREOS 12:4-7 EN CRISTO
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