SIN SANTIDAD NADIE VERÁ AL SEÑOR

• Jesús, dijo; Sed santos, porque yo soy santo.
• Oh Hijo del Hombre, Tú eres el Santo de Israel. 
• El Eterno.
• El autor y consumador de la fe. 
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• Oh Cristo Redentor, Tú eres el Santo,
• el que habita la santidad.
• Las loas de los santos de tu amada Iglesia, son la acrisolada pureza del incienso, 
• al invocar la Cristocéntrica verdad. 
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• Oh Cordero inmolado, 
• tu santidad en la cruz del Calvario, dio la respuesta gloriosa e inaudible para la abyecta humanidad.
• Se resquebrajaron las peñas, oh Cristo Jesús, en tu fallecimiento; y abiertos fueron los sepulcros del que era bienaventurado, por ser su alma de eternidad. 
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• Oh Alfa y Omega, 
• ¿será qué después de haber derramado tu preciosa sangre en el ajusticiamiento del Calvario, muchos seres humanos se irán sin haber conocido el nuevo pacto de la gracia?
• Y es que, el corazón que en la mentira obra;
• no conocerá, oh Señor, tu gloria excelsa. 
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• La Biblia dice: Por lo cual, levantad las manos caidas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. 
• Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 
• Oh Fiel y Verdadero, en tu nombre nos hemos santificado, 
• para que del alma santa, imperecederamente emane amor.
•                     Paz de Cristo