- Oh mi Cristo, con tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario,
- hiciste el nuevo pacto de la gracia.
- Y en tu eterno santuario,
- redimiste y justificaste el execrable pecado del alma.
- Oh Rey de reyes,
- porque para siempre es tu inmensa misericordia;
- con tus bíblicas promesas, nos has provisto del sobrenatural pacto de gloriosas bendiciones,
- que es la excelsa manifestación de tu majestuosa gloria.
- Oh Santo de Israel,
- tus sagrados pactos con el ser humano siempre se frustraron.
- Porque en su precaria fe,
- nunca se sustentaron.
- Oh Sumo Hacedor,
- la humana alternativa quiso suplir tu gloriosa planificación.
- Pero en la humanidad no se vistieron de amor,
- sino de cerrazón.
- Oh Soberano Salvador,
- el diluvio universal,
- no les llenó de estupor,
- sino que permanecieron en la vida más vanal.
- Paz de Cristo
sábado, 28 de agosto de 2021
EL QUE REHUSA EL PACTO ESPIRITUAL, NO TE AGRADA, OH CRISTO
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