- Oh mi Cristo,
- Tú recriminaste a tus discípulos, el que no creyeran que habías resucitado.
- Después de aleccionarlos, oh Señor, en tu ministerio público, participando de tus milagros in situ;
- alguno de ellos para creer, tuvo que palpar tu llaga, y ver como a tus pies y tus manos los clavos habían traspasado.
- Jesús, dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
- Más os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
- Oh Cristo Redentor, tu execrable sacrificio de la cruz del Calvario, sobrepasó nuestro precario entendimiento por tu excelso amor y tu majestuosa paz.
- Y a día de hoy, en el mundo es tal la incredulidad, que al no reconocer en mí vuestra salvación, por ser inicuos pereceréis.
- Jesús, enseña: Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
- Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
- Oh Santo de Israel, y tu gloria en la tierra se manifestó;
- porque los que creemos en ti, oh Rey de la gloria, sabemos que estamos en el verdadero.
- Jesús, constata: Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
- Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
- Oh Fiel y Verdadero,
- porque no será por vista, lo que únicamente por fe obrará.
- Jesús, enfatiza: No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
- El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
- Tú derramas tu gloria desde el tercer cielo,
- oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Jesús, asevera: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá.
- Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
- Oh gran Yo Soy, nada mejor que tu eterno paraíso, nuestra eterna morada será;
- pero para ser salvos, en santidad hemos de perseverar con desvelo.
- Paz de Cristo
sábado, 6 de noviembre de 2021
LA FE, INCONMENSURABLE VALOR EN CRISTO
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