SALMO 40:6-8 EN CRISTO

• Sacrificio y ofrenda no te agrada; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado. 
• Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. 
• Oh mi Cristo, por la angosta senda me haces discurrir, para ser bienaventurado;
• pero aún me cuesta entender tu loable razón. 
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• Jesús, dijo: El que es mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 
• Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. 
• Oh Altísimo Señor, nada es más importante que traspasar el umbral del cielo;
• pero necesitamos que resplandezca en nosotros tu admirable luz; y servirte con el corazón sin la herrumbre de lo obsceno.
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• La Biblia dice: La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 
• Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 
• Oh Santo de Israel, ejemplo preciso y precioso nos dejaste en tu ministerio público, 
• de todo lo que deberíamos arrostrar tus verdaderos siervos.
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• La Biblia enfatiza: Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón. 
• ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.
• Oh Fiel y Verdadero, de tu glorioso poder, recibimos la grandiosa provisión;
• y por gracia somos tus escogidos discípulos. 
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• La Biblia enseña: El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 
• Deseables son más que el oro, y más que mucho oro refinado; y dulces más que la miel, y que la que destila el panal. 
• Oh Sumo Hacedor, en tu majestuoso nombre, se manifiestan los prodigios gloriosos;
• y todos descienden, oh Señor, de tu trono celestial. 
•                      Paz de Cristo