NO ES, SINO UNA EXIGUA PARTE DEL MUNDO, LOS QUE VIVEN POSTRADOS A TUS PIES, OH CRISTO

• Jesús, dijo: A la verdad la mies es mucha, y los obreros pocos.
• Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a la mies.
• Oh Sumo Creador, de tu magnificencia, hacen desdén los impíos;
• porque su mente en precario, no ha entendido que Tú eres el Rey de reyes y Señor de señores. 
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• La Biblia dice: A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 
• Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. 
• Oh Santo de Israel, los siervos que tu santuario eterno descubrieron,
• son los que por tu excelsa diestra, de toda la humanidad, han sido escogidos. 
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• Jesús, dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de los cielos. 
• Lo que es nacido de carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
• Oh Alto y Sublime, el umbral de la gloria, por amor de tu nombre, no lo traspasarán los inmundos.
• Y solo en tu gloria morarán, oh Señor, los que te sean hasta la sangre fieles.
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• Jesús, enseña: Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
• El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 
• Oh Santo de Israel, en la eterna salvación, es condición indispensable tener inconmensurable fe;
• porque es la indeleble señal de tus hijos consagrados. 
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• Jesús, constata: Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 
• Más el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
• Oh Cristo Redentor, en tu muerte, y muerte de cruz hubo meridiana transparencia, para que todas las almas fueran por tu gloriosa obra redimidas;
• pero serán muchos los llamados y pocos los escogidos. 
•                    Paz de Cristo