NO LE DES MÁS PRERROGATIVAS AL MALIGNO, SÉ UN SIERVO DIGNO EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• protégenos de las innumerables máscaras del maligno.
• Y que la admonición del Santo Espíritu, 
• nos alerte del obsceno obscurantismo. 
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• La Biblia enseña: Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
• Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
• Oh Santo de Israel, Tú diste gracia, a los que en su iniquidad arrostrabas;
• pero que al fin, nunca profesaron la santísima verdad. 
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• Jesús, dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
• He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y  nada os dañará. 
• Oh Rey de reyes, tus verdaderos heraldos, sabemos que nuestros nombres están esculpidos en tu excelsa diestra, y no será ninguno desamparado;
• porque el justo por la fe vivirá.
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• La Biblia dice: Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramare mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras. 
• Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis, también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. 
• Oh Fiel y Verdadero, porque tu misericordia es para siempre, serás piadoso con nuestras almas;
• sobre todo, con los siervos que han hecho suya tu advertencia.
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• La Biblia asevera: Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 
• Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 
• Oh Soberano Salvador, de tu gloria eres muy celoso; y su umbral únicamente será traspasado, por la que sin arruga y sin mancha es tu amada Iglesia a la sazón.
• Y es que, oh Señor, en el paraíso nada más morará, el santo que en tu majestuoso nombre ha tenido fe.
•                    Paz de Cristo