- Oh mi Cristo,
- en una concatenación de sofismas, basa el ser humano su inminente devenir.
- Y no ha podido entender, inmerso en la mentira, que únicamente en el Santo Espíritu,
- se percibe la verdadera esperanza del eterno vivir.
- Oh Sumo Creador,
- tu prodigiosa obra maestra se encuentra en el abismo perdida.
- Dando por bueno el execrable desamor,
- que obra en su perversa deriva.
- Oh Soberano Redentor,
- no otro, sino Tú, oh gran Dios, te inmolaste en la cruz del Calvario, para dar a todos los seres humanos eterna salvación.
- Pero han mostrado una indolente tibieza, ante tu glorioso candor;
- porque toda semilla se marchita en su pétreo corazón.
- Oh Santo de Israel,
- la mentira a enraizado en el que respira el hedor del maligno.
- Y a lo más obsceno es fiel,
- por dar su confianza al vil obscurantismo.
- Oh Fiel y Verdadero,
- sabemos que a nadie das por perdido, porque no te vence la impaciencia.
- Pero será en el día postrero,
- cundo tu sobrenatural balanza, pese los corazones con justicia de excelencia.
- Paz de Cristo
viernes, 12 de noviembre de 2021
LA HUMANIDAD DEPOSITA SU ESPERANZA EN LO MÁS NECIO, OH CRISTO
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