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viernes, 19 de noviembre de 2021

SOMETE AL MALIGNO CON LAS OBRAS EN CRISTO

  • Jesús, dijo: He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 
  • Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. 
  • Oh Rey de la gloria, ¿quién, sino Tú, nos sustentará? 
  • Gracias a ti, oh Señor, son nuestros gloriosos privilegios.

  • La Biblia dice: Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
  • Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti.
  • Oh Sumo Creador, sabemos que en el día postrero, medirás a cada uno según haya sido su medida; 
  • y así les proveerás de su celestial o infernal fin.

  • La Biblia enseña: Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los cielos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casa de prisión a los que moran en tinieblas.
  • Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas. 
  • Oh Santo de Israel, Tú eres Dios manifestado en carne; y has predicado el Evangelio de la gracia, para la salvación de todas las almas; 
  • siempre que se rindan a tu majestuoso nombre, con humillación y quebrantamiento de espíritu, y reverentemente genuflexas.

  • La Biblia enfatiza: Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya fruto, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con  todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. 
  • Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar. 
  • Oh Soberano Redentor, Tú te inmolaste en la cruz del Calvario, por los pecadores más abyectos a la sazón.
  • Sin embargo, no tuviste esta notabilísima adversidad en contra; porque para tu santísimo corazón era acuciante y necesario, que a tu obra maestra pudieras redimir y justificar. 

  • La Biblia constata: Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 
  • Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. 
  • Oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo, de nada tenemos más espiritual hambre, 
  • que de ver la manifestación de tu gloria, oh Eterno, para el grandioso regocijo de tus hijos consagrados. 
  •                   Paz de Cristo 

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