- Oh mi Cristo,
- la toxicidad de lo inmundo he de evitar.
- Y asido a la verdad del Santo Espíritu,
- encaminaré mis pasos, para al prójimo poder amar.
- Oh Alto y Sublime,
- en la tenebrosa encrucijada,
- tu sobrenatural huella se hace visible;
- y es que, no has de desestimar, por ser testigo de Jesucristo, al que soterradamente clama del cielo ayuda.
- Oh Alfa y Omega,
- tu Sagrada Palabra nos erige en vencedores de principio a fin.
- Pon tu mano sobre el timón del arado, y no mires atrás para surcar la tierra en línea recta;
- porque será un motivo de gozo en tu devenir.
- Oh Sumo Hacedor,
- nuestra acción no es válida,
- sino han sido realizada con amor;
- porque nunca fue, oh Rey de la gloria, por tu gracia acrisolada.
- Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo,
- Tú dijiste: Porque separados de mí nada podéis hacer.
- Y es que, negro sobre blanco, figura en el Sagrado Escrito,
- para que su gloriosa eternidad la interiorice nuestro ser.
- Paz de Cristo
domingo, 28 de noviembre de 2021
LOS MEDIOCRES FINGEN EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario