- Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
- Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.
- Oh mi Cristo, el engañoso corazon del ser humano se jacta de sus obras deficientes;
- porque en su estulticia son edificadas.
- Oh Cristo Redentor, tu obra sublime en la cruz del Calvario,
- ha de perfeccionarnos en el candor de su gloria.
- Sí, oh Señor, nos mostraste el eterno y sobrenatural santuario,
- que iba a darnos la perfecta victoria.
- Oh Alfa y Omega,
- ¿será qué nos estamos pronunciando desde el letargo de nuestro espíritu?
- ¿O es qué en nuestro fingimiento, no cabe la promesa?
- ¿O qué, tal vez, no se ajusta a nuestra exigua estatura, el grandioso traje de amor del Altísimo Señor y Salvador Jesucristo?
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público,
- nos enseñaste las buenas nuevas de salvación eterna.
- Tú, oh Rey de la gloria, eres el autor y consumador de la fe.
- Y en el día postrero, nada nos justuficará, cuando en tu nombre no dimos cumplimiento a la promesa.
- La Biblia dice: La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
- Siendo un solo pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
- Porque no es, sino en la manifestación en carne del Todopoderoso,
- por lo que fuimos hechos hijos de la promesa, por su gracia, para la salvación celestial.
- Paz de Cristo
miércoles, 1 de septiembre de 2021
ECLESIASTÉS 5:4,5 EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario