GRACIA SOBRE GRACIA ES PREDICAR LA SAGRADA PALABRA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 
• Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargűir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
• Oh mi Cristo, sabemos que habitas en inaccesible luz;
• y que tu siervo en santidad, tendrá el grandioso privilegio de ver tu majestuosa faz en la eterna gloria. 
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• Oh Cristo Redentor, de tu inmolación en la cruz del Calvario, 
• existe en el obscuro paganismo el mismo escarnio de los que en aquel día te ajusticiaron.
• De esta execrable vicisitud se deriva, la irrenunciable predicación que hasta lo último de la tierra, lleva a cabo tu escogido heraldo,
• para que los que han de ser salvos, sigan en tu nombre, oh Alto y Sublime, la seda sagrada de los que con el corazón contrito y humillado, a tus pies se postraron.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• Tú has hecho en tu rueda vasos perfectos. 
• Pero será en el día postrero, 
• cuando pesarás sus corazones, para saber si son benditos o ateos.
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• Oh Alfa y Omega, 
• creados fuimos de una sola sangre todos los seres humanos.
• para sojuzgar la tierra.
• Oh Santo de Israel, Tú no te equivocas; pero inescrutables son tus designios sagrados.
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• Oh Soberano Salvador, 
• Tú buscas adoradores, que te adoren en espíritu y en verdad. 
• Y has incensado las oraciones de los santos en tu loor,
• para que los siervos que en tu majestuoso nombre se glorían,
• de gracia moren, oh Señor, contigo en la eternidad. 
•                     Paz de Cristo