- Oh mi Cristo,
- Tú sustentas mi vida al borde del abismo.
- Y es que, a toda verdad me lleva el Santo Espíritu,
- ante el antagonismo perverso del maligno.
- Oh Alto y Sublime,
- anhelo tu morada de gloria con insólita persistencia.
- Y siento tocar el borde de tu sagrado manto, para que en lo eterno me afirme;
- y sea arrebatado con tu amada Iglesia, al celestial paraiso de sobrenatural excelencia.
- Oh Soberano Salvador,
- en el fingimiento de la santidad está involucrado el hipócrita.
- Sin embargo ceñido con las blancas vestiduras del amor;
- el alma, del hediondo fango resucita.
- La Biblia asevera: Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma.
- Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
- Oh Altísimo Jesucristo, Tú eres el que sin sofismas me ama;
- y mis pasos son firmes en la roca inexpugnable.
- La Biblia enseña: La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
- Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
- ¡Pon tus ojos en Cristo!
- Fuera de su verdad; no habrá, sino pensamientos ociosos.
- Paz de Cristo
martes, 28 de septiembre de 2021
NO EXISTE PROTECCIÓN, SINO EN TU MAJESTUOSO NOMBRE, OH CRISTO
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