MARCOS 13:31,32 EN CRISTO

• El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 
• Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en los cielos, ni el Hijo, sino el Padre. 
• Oh Hijo del Hombre, en tu magnificencia todas las cosas por los siglos permanecerán;
• porque tu excelsa diestra lo que abre ninguno cierra, y lo que cierra ninguno abre.
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• La Biblia dice: Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 
• Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. 
• Oh Rey de reyes, en la palma de tu diestra, caben hasta los confines de los lugares ignotos;
• porque en tu santo nombre hemos creido, los que por gracia moraremos en el paraíso de los bienaventurados. 
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• La Biblia enseña: Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. 
• Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable. 
• Oh Santo de Israel, en tu fidelidad, permanece mi fe sobredimensionada y firme;
• porque, oh Sumo Hacedor, tu creación es inmarcesible e incomparable. 
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• En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
• El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 
• Oh Alto y Sublime, el viento de Sion nos anuncia tu Palabra eterna.
• Es un imperceptible silbido del Santo Espíritu, audible para todo el que de corazón ama.
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• La Biblia asevera: He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. 
• Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. 
• Oh gran Dios, en tu majestuoso nombre permaneceremos, para morar en la eternidad del Edén; 
• porque hemos creido en el que es uno y único Señor del universo.
•                     Paz de Cristo