INNUMERABLES SON LAS CIRCUNSTANCIAS ESPURIAS QUE NOS HACEN INCUMPLIR LA SAGRADA PALABRA, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• ¿será qué aprenderemos que no luchamos contra sangre y carne, sino contra potestades y huestes espirituales de maldad en las regiones celestes?
• Y es en la verdad del Santo Espíritu, 
• donde nuestro engañoso corazón ha de estar sometido, para desechar sus inmundicias concupiscentes.
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• Jesús, dijo: Hipócritas, bien  profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. 
• Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. 
• Oh Alto y Sublime, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
• Y en la lectura de la Sagrada Palabra, hemos de estar consagrados, para percibir la gloria de sus prodigios solemnes.
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• Jesús, enseña; Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que os digo al oído, proclamadlo desde las azoteas. 
• Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 
• Oh Santo de Israel,  guárdanos en tu propósito, por el que son incensadas nuestras Cristocéntricas ideas,
• para que recibamos revelación de lo eterno.
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• Jesús, enfatiza: El que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque yo no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. 
• El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
•  Oh Sumo Redentor, aún el resplandor de los clavos que traspasaron tus pies y tus manos en la cruz del Calvario, siguen a día de hoy y por los siglos, a los inconversos libertando;
• porque Tú eres, oh Señor, el Fiel y Verdadero. 
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• Jesús, asevera: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 
• El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere sera condenado. 
• Oh Soberano Salvador, de gracia nos concierne tu Sagrada Escritura;
• pero únicamente el que la obedece sin fingimiento, será bienaventurado. 
•                    Paz de Cristo