- La Biblia enseña: Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?
- Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mí palabra.
- Oh Santo de Israel, tuya es la plenitud del universo;
- y todo él, cabe en tu excelsa diestra.
- Oh Rey de reyes, con ningún merecimiento nos has hecho tus genuinos siervos;
- y tenemos el honor inmenso de estar en tu gloriosa presencia.
- Porque con el espíritu quebrantado, oh Señor, a tus pies nos sentimos regocijados,
- al guardarnos en tu misericordia de excelencia.
- Oh Alfa y Omega,
- el fruto del Espíritu, será profuso en nuestras vidas,
- cuando la convicción de pecado sea por nuestra alma interiorizada.
- Y entonces, serán por ella, todas las bendiciones del cielo recibidas.
- Oh Soberano Salvador,
- no nos has dejado en el yermo desierto desolados.
- Y nos has santificado con la majestuosa ofrenda de amor,
- que es tu obra consumada en la cruz del Calvario, para ser eternamente bienaventurados.
- Oh Fiel y Verdadero,
- tu bienaventurada esperanza la has derramado sobre nuestro ser.
- Y es que, del Eterno,
- anhelamos su faz ver.
- Paz de Cristo
miércoles, 1 de septiembre de 2021
LO INFRUCTUOSO DEL SER HUMANO EN CRISTO
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