MATEO 24:11-13 EN CRISTO

• Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
• Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
• Oh mi Cristo, el inicuo ser humano se ensoberbecerá;
• y la abominación desoladora, someterá a ser trapo de inmundicia al que fingía ser santo.
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• La Biblia constata: Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido que el día del Señor está cerca.
• Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. 
• Oh Sumo Alfarero, en tu rueda, de un mismo barro hiciste vasos de honra y vasos de deshonra; para que tu gloria fuera manifiesta,
•  en la inequívoca fidelidad de tus hijos consagrados.
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• Jesús, dijo: Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie será salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
• Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está no lo creáis.
• Oh Fiel y Verdadero, la apostasía raerá de la sana doctrina a los que nunca a tus pies estuvieron postrados;
• porque en las horrendas tinieblas, con la mentira de vuestros viles pensamientos, falsariamente os concerníais.
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• Jesús, enseña: Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 
• Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• la espada de tu boca, hará juicio sobre las entenebrecidas almas.
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• Jesús, enfatiza: Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 
• Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. 
• Oh Alto y Sublime, los corazones de tus genuinos siervos, darán en tu sagrada balanza el perfecto peso de la eterna victoria;
• y será su galardón la gloriosa morada del Eterno.
•                   Paz de Cristo