ISAÍAS 48:17,18 EN CRISTO

• Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.
• ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
• Oh mi Cristo, todos tus eternos propósitos, en el endurecido corazón del abyecto ser humano se han desvanecido al fin;
• porque no ha existido en él, ninguna intención de amar.
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• La Biblia dice: Mi pueblo fue destruido, porque le falto conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
• Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. 
• Oh Sumo Hacedor, a tu magnificencia no miraron sus turbios ojos, ni oyeron sus insensibles oídos;
• porque en la infamia, su errática vida se sustenta. 
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• La Biblia enseña: Su bebida se corrompió; fornicaron sin cesar; sus príncipes amaron lo que avergüenza. 
• El viento los ató en sus alas, y de sus sacrificios serán avergonzados. 
• Oh Santo de Israel, ¿por qué se apartaron de tus promesas de gloria, con tan arbitraria displicencia?
• ¿No hubo ni tan solo uno, que tuviera celo de tus mandamientos sagrados?
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• La Biblia enfatiza: ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 
• Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. 
• Oh Fiel y Verdadero, sabemos que tu misericordia es para siempre.
• ¡Cambia, oh Señor, el atribulado corazón de piedra, por uno de piadosa carne!
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• La Biblia asevera; Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. 
• Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. 
• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, guárdanos en tu excelsa diestra; 
• para que en tu santo nombre seamos siervos aprobados, y podamos ver tu majestuosa faz.
•                   Paz de Cristo