- He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
- Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
- Oh mi Cristo, Tú eres el Señor de la eterna Jerusalén;
- majestuosa ciudad con calles de oro, y gloriosa morada del que obedeciere el Evangelio.
- Oh Soberano Redentor,
- a las hordas de escarnecedores, no les fue espiritualmente audible tu santísimo perdón.
- Y es que, el derramamiento de tu preciosa sangre en la cruz del Calvario fue de tan excelso amor,
- que únicamente por gracia las almas escogidas serán de salvación.
- Oh Santo de Israel,
- de tu epifanía dio cumplida cuenta el Antiguo Testamento, diciendo: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
- Porque Tú, oh Rey de reyes, eres el autor y consumador de la fe.
- Y por el nuevo pacto de la gracia, tus hijos morarán en la gloriosa eternidad.
- Oh Sumo Alfarero,
- en tu perfecta creación no dejaste nada al azar.
- Y será en el día postrero,
- cuando a toda alma que creyó en tu santo nombre, el galardón del paraíso celestial habrás de dar.
- Oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo,
- en el arrebatamiento de tu amada Iglesia anhelamos estar.
- Porque recibimos la unción del Santo Espíritu,
- para postrados a tus gloriosos pies, poderte sin tiempo adorar.
- Paz de Cristo
sábado, 29 de enero de 2022
APOCALIPSIS 1:7,8 EN CRISTO
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