TU SANTO ESPÍRITU TRANSFORMA LA INMUNDICIA EN PUREZA, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• asido estoy a la majestuosa verdad.
• Y es que, de gracia el Santo Espíritu, 
• me ha hecho perceptible la eternidad. 
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• La Biblia dice: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?
• El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. 
• Oh Rey de reyes, Tú nos has dado sabiduría de lo alto;
• guiándonos señales y prodigios por toda la tierra en nuestra ferviente predicación. 
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• La Biblia enseña: Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 
• Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.
• Oh Santo de Israel, 
• Tú nos has dado revelación de la Sagrada Palabra, al haber sido bendecidos con el don de la fe.
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• La Biblia enfatiza: Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 
• Todo aquel que permanece en él no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 
• Oh Cristo Redentor, Tú  eres el Amén.
• Y a tus verdaderos siervos, del óleo celestial les has ungido.
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• La Biblia asevera: Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. 
• Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. 
• Oh gran Yo soy, tu excelsa diestra es nuestro refugio de eterna salvación;
• por ser tu genuino adorador, el que vive a tus santísimos pies postrado. 
•                   Paz de Cristo