MI ANHELO ES QUE EL MUNDO OIGA TU VOZ, OH CRISTO

• La Biblia dice: Jehová es mi pastor; nada me faltará. 
• En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.
• Oh mi Cristo, guardada en tu excelsa diestra mi alma siempre estará;
• porque nadie más dignamente me sustentará. 
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• La Biblia enseña: Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.
• Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.
• Oh Alto y Sublime, a tus verdaderos siervos nos guía tu radiante candor;
• porque tu majestuosa gloria nos libró de toda inmundicia.
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• La Biblia enfatiza: ¿Os es poco que comáis los buenos pastos, sino que también holláis con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que bebiendo las aguas claras, enturbiáis además con vuestros pies las que quedan?
• Y mis ovejas comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habéis enturbiado.
• Oh Santo de Israel, Tú eres el Justo. Y de gracia tus genuinos discípulos la Sagrada Palabra al mundo enseñan,
• para que del agravio sea el menesteroso rescatado.
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• Jesús, dijo: Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas. 
• Mas el asalariado, el que  no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 
• Oh Sumo Redentor, en tu abominable sacrificio de la cruz del Calvario, diste tu vida para salvar a los viles pecadores que te vituperaban y escarnecían con sus almas abyectas;
• pero tu les diste redención y justificación, clavando en la cruz cada una de las actas de su inculpación perversa.
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• Jesús, asevera: Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 
• También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 
• Oh gran Yo Soy, las almas que en tu santo nombre creemos, anhelamos el arrebatamiento para que a la bendita gloria sean elevadas; 
• y puedan morar eternamente en tu loor. 
•                    Paz de Cristo